Había una vez una tortuga que le gustaba mucho bailar. Un día se quedó sin energías porque no desayunó. No tenía fuerzas para bailar...
Al día siguiente, desayunó fruta, leche con cereales y tostadas. Le dio tanta energía que estuvo todo el día bailando, y eso mismo hizo todos los días.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario