LA IGUANA QUE NO TENÍA LENGUA. AUTOR: RAFAEL. (1º)
Había una vez una iguana que no tenía lengua, pero siempre pedía ayuda a los animales.
Un día se encontró a su amigo Pepe, le llevó al Castillo del profe Javier para curarle pero lo hizo mal.
Hizo un truco de magia y le crecieron las orejas.
Al día siguiente fueron al Castillo del hada, le salió bien su truco. Le quitó las orejas y le puso su lengua.
FIN.
LA NIÑA ESQUIADORA. AUTORA: SONIA. (2ª)
Érase una vez una niña que se llamaba Laura. Vivía en un lugar rodeada de altas montañas donde el invierno era muy largo, hacía mucho frío y todos los días nevaba.
Laura se divertía mucho tirándose por la nieve con su trineo y jugando con su hermano pequeño que se llamaba Alvarito a tirarse bolitas de nieve y hacer muñecos de nieve.
Ese invierno, llegó la Navidad más divertida para Laura y Alvarito porque el día de Nochebuena llegó Papá Noel cargado de regalos, el que más le gustó a Laura fueron unos esquís de color rojo. Estuvo todo el día esquiando, se tiraba desde las montañas más altas. Se hizo una esquiadora famosa, ganó muchas medallas y copas del mundo y fue muy feliz.
FIN.
EL FANTÁSMA. AUTOR: RUBÉN. (3º)
Había una vez un fantasma que hace muchos años lo encerraron en las mazmorras del castillo.
Un día iba una familia a quedarse dos o tres días de vacaciones de invierno. Una noche el fantasma apareció en una habitación de un niño. Se llamaba Jhon y era un niño muy bueno. Se hicieron muy amigos.
El fantasma le contó que el rey no lo quería y lo encerró en las mazmorras.
Así pasaron los tres días hablando y Jhon le prometió volver todos los años a visitarlo.
LA RESURRECCIÓN DE LOS DINOSAURIOS. AUTOR: RICARDO
Había una vez un niño que se llamaba Harry y el apellido era Potter. Harry Potter iba al parque de las ciencias porque le gustaban los dinosaurios más que los vehículos. Un día mientras paseaba solo porque ya tenía 15 años vio que un árbol se movía y dijo
- ¿Por qué ese árbol se mueve?
Entonces se fue corriendo a su casa. Cuando llegó cogió su escoba y se fue a toda velocidad en su escoba hacia la montaña y cada vez se movía más el árbol.
Era el más más más más más más más grande del mundo y vio 3 dinosaurios: El 1º se llamaba archaeopteryx , era volador, otro, el número 2, era el velociraptor y el 3º era el jefe se llamaba triceratops y Harry Potter gritó:
-¡Bien!
FIN.
EL NIÑO QUE SE ENCONTRO UNA LAMPARA. AUTOR: ALEJANDRO G.
Había una vez un niño que se encontró una lámpara mágica, el niño creía que solo era de juguete, pero la frotó y salió un mago.
El mago le dijo que solo tenía cuatro deseos, el primero fue que en vez de caer agua cayesen elefantes, el segundo fue que en vez de
tener un perro un guepardo, el tercero fue que en vez de dar ingles que dieran español y el último fuese rey español y el mago todo se lo concedió.
El mago le dijo que solo tenía cuatro deseos, el primero fue que en vez de caer agua cayesen elefantes, el segundo fue que en vez de
tener un perro un guepardo, el tercero fue que en vez de dar ingles que dieran español y el último fuese rey español y el mago todo se lo concedió.
FIN.
JESÚS, EL NIÑO COME FRUTAS. AUTORA: NATALIA.
Había una vez un niño que le gustaba mucho comer frutas. Su mamá le dijo que eran muy buenas para la salud.
Un día, Jesús se comió tantos plátanos que se le puso la cara de plátano. Su madre se asustó mucho.
Al día siguiente, se comió tantas cerezas que sus orejas se convirtieron en unas grandes cerezas. Su madre se volvió a asustar...
Jesús, le dijo a su madre que por qué estaba asustada. La madre le contestó que se estaba convirtiendo en cosas muy raras. Al minuto se le quitó y fueron muy felices.
FIN.
EL NIÑO LOCO. AUTOR: JOHN.
Era un niño que en vez de que subiera las escaleras, subía por las paredes y andaba con las orejas. Era muy gracioso y un poco tontorrón. Cuando estaba en alguna clase le molestaban y luego él se equivocaba y no le gustaba que le dijeran gordo y malo. Corría mucho, le ganaba a todos. Tenía 4 perros y era un poco cascarrabias y bruto. Se colaba en la fila y cogía cosas sin permiso. Se peleaba con sus amigos y amigas y un día le echo una bronca muy gorda y perdió a sus amigos y se quedó con un amigo. Se portó mejor y tuvo mucho más amigos y fue muy feliz.
FIN.
EL NIÑO AL QUE LE GUSTABA LOS PERRITOS CALIENTES.
AUTOR: GASPAR.
Érase una vez un niño que le gustaba los perritos calientes y comía todos los días, y de tanto comer perritos calientes los dientes de él estaban marrones. Cuando hablaba con sus amigos se iban y entre ellos pensaban ¿de qué será eso? Y uno decía ¿por qué se los pinta? ¿no? ¿por qué muerde a los burros?¿no?¿de los perritos calientes? A lo mejor es por eso, vamos a preguntárselo, ¿vale? Y fueron y era por eso, y cuando se lo dijeron, le dio vergüenza y desde ese día ya no volvió a comer tantos.
FIN.
LA SERPIENTE BAILARINA. AUTOR: GASPAR.
Érase una vez en la selva había una serpiente que bailaba y todos los de la selva se preguntaban ¿está chola o no? ¿otro si está cholada? Y allí en la selva había una minidiscoteca y ella iba siempre para bailar y cuando estaba cerrada iba al centro comercial bailando y se iba de compras y tomarse una fanta o un bocadillo de filete a la plancha. Siempre así, dormía en la discoteca o en el centro comercial y su madre llamándola la cholada de la serpiente.
FIN
LA SIRENA. AUTORA: CARMEN.
Érase una vez una niña que antes de aprender a caminar aprendió a nadar. Su familia la llamaban la sirena. Cuando fue un poco mayor la apuntaron a natación y participaba en todos los campeonatos y siempre ganaba. Pero al cumplir los 10 años su cuerpo empezó a cambiar. Cada vez que tocaba el agua le salían escamas como a los peces. Un día se fueron a la playa y la niña se metió en el agua y en sus brazos le salieron aletas, sus pies se transformaron en cola. La niña era de verdad una sirena. Se quedó para siempre en el mar.
FIN.
MIGUEL, EL SOLDADO. AUTOR: ALEX J.
Érase una vez un niño que se llamaba Miguel. Era muy malo, su mamá se llamaba Gema y cuando a Miguel su mamá le decía compra el pan, Miguel no le hacía caso. Un día se fueron al parque de atracciones y se montaron en el pulpo estaban llegando y le dio mucho miedo. Y jugaba mucho a la consola, game boy. En el colegio sacaba dieces y cuando estaba en el instituto cumplió 18 años y en vez de sacarse el carné de conducir , se apunto al ejercito. Estuvo hasta los 23. El 15 de enero se va a dormir en los charcos y va a comer insectos.
EL CERDO TONTO Y LOCO. AUTOR: ÁLVARO M.
Había una vez en una granja un cerdo que estaba loco y que se pasaba todo el día con sus amigos en el barro. Un día se cayó y sus amigos le dijeron tonto, mas tarde el cerdo se enfadó mucho y se fue del país, no vino hasta enero y vino haciendo tonterías, por ejemplo: sacándose los mocos y chalao y un poco viejo.
FIN.
LA CIUDAD AL REVES. AUTORA: NEREA
Había una ciudad muy Rara y el profesor les dice a todos los niños que dos más dos son tres. Y en las cartas nunca ponía puntos ni comas y tampoco “h”. Cuando los niños del cole El Zargal leían lo hacían mal pero un día llegó al colegio un nuevo profesor que se llamaba Javier y a los niños de 2ºB le enseñó a leer y a escribir correctamente.
Desde ese día la clase del profesor Javier fue la mejor de todos los colegios de Granada.
EL GATO QUE NO COMÍA MUCHO. AUTORA: ZELIE.
Érase una vez una niña que tenía un gato negro pero que no comía mucho. Se llamaba Lalo. Vivía en una gran casa en una calle. Un día tenía mucha hambre pero no quería comer lo que tenía en su plato. Un gato entró en su casa y le comió toda su comida y el gato se puso muy furioso y enfadado. El gato decidió comer todo lo que le daba su dueño y fue muy feliz.
FIN.
EL MONO LOCO. AUTOR: ALFREDO.
Había una vez una selva con muchos animales, todos eran normales menos un mono que estaba chiflado, siempre partía cocos con su cabeza. Un día se dio cuenta de que su cabeza estaba llena de moratones.
Cuando pasó mucho tiempo se dio cuenta de que era una tontería partir los cocos con la cabeza.
Le prometió a su amigo a la vaca que nunca más lo haría.
FIN.
EL LÁPIZ SIN PUNTA Y EL SACAPUNTAS QUE SE LA SACA.
AUTORA: EVELÍN.
Había un lápiz sin punta y perdió su amigo el sacapuntas. Entonces buscó en el estuche, buscó en la mochila, buscó en el escritorio, buscó en el libro por si lo puso el niño para que él no se perdiera de la hoja que era y no estaba y miró en la cocina pero tampoco. El niño metió el lápiz en el estuche y cuando llegó el lápiz a la clase miró en la rejilla y tampoco estaba pero el lápiz dijo pero que veo era el rastro del sacapuntas. De repente el lápiz gritó: ¡amigo!
Y el sacapuntas dijo el lápiz: ¿dónde estás?
Aquí cerca de ti, al borde de la mochila.
Sácame punta, por favor.
Vale, amigo. Y el lápiz se puso a saltar.
El sacapuntas dijo: ¿tú sabías que estaba jugando al escondite?
No, pero me has dado un buen susto.
El sacapuntas dijo: no lo haré nunca mas sin avisar. ¿Vale?
Jugaron mucho a dibujar y a sacar punta y el colegio acabó y se fueron a echar la siesta y al ratillo se despertaron para cenar. Se fueron a dormir y ya no se despertaron hasta mañana.
FIN.