Érase una vez un águila que quería ser azul y era amarilla. Un día estaba volando y vio a un señor que estaba pintando.
El águila le preguntó:
-¿Cómo haces esto?
-Esto es pintar.
Y el águila le preguntó:
-¿Querrías pintarme?
A la mañana siguiente vio a otro señor y también se le olvidó decírselo. Otro día vino otro señor y tampoco se lo dijo.
El jueves vino otro señor y le dijo si le pintaba de azul. El señor le dijo que sí. Le pintó de azul y se fue a su casa.
FIN.
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