EL PAÑUELO QUE ANDA AUTOR: ÁLVARO M. 1º
Había una vez un pañuelo que andaba mucho, un día un niño quería coger ese pañuelo. El pañuelo asustó tanto que echó a correr. El niño fue corriendo a por él. El niño no pudo cogerlo.
Luego vino la madre. El pañuelo en vez de correr fue saltando y corriendo a la vez.
Luego vino el padre, el pañuelo resistió.
El pañuelo se comprometió a dejarse sonarse los mocos porque para los pañuelos era como una crema para la espalda.
FIN
Había una vez una jirafa que tenía seis patas y quería quitárselas para estar como las otras jirafas de África. Ella quería quitárselas patas como una puerta. Pero no podía.
Llamó al doctor Don Rana, se quedó cinco días para que se la quitara y se la quitó, pero le salió otra pata más y tuvo que llamar al Super Doctor Rodrigo. Era muy bueno pero se confundió y le puso una pócima que era para que le salieran 10 patas más y se quedó muy triste.
Pero llamó a la doctora Carmen que ayer se le cayó un diente. Carmen lo consiguió y se puso muy contenta e hicieron una fiesta.
FIN
JALISCO. AUTORA: NATALIA. 3º
Había una vez un niño que quería aprender a volar. Se llamaba Jalisco.
Se apuntó a dar clases de vuelo con parapente. Los primeros días tenía un poco de miedo, pero después se le quitó.
Jalisco, cuando llevaba cinco minutos volando, se relajaba y empezaba a cantar:
-- Yo soy Jalisco. Que nadie crea que estoy loco, es que ya se volar un poco.
Todo el mundo miraba hacia el cielo para verlo volar y cantar. A todos le gustaba mucho.
Un día, Jalisco, le pidió al Hada Azul que le concediera un deseo:
--"Volar sin ningún tipo de aparato".
Como Jalisco había sido muy bueno, el Hada Azul, se lo concedió.
Desde aquel día sólo con abrir los brazos, Jalisco empezaba a volar y cantar.
FIN
LA HORMIGA QUE QUERÍA LEER. AUTOR: ALFREDO 3º
En un hormiguero de un país muy lejano vivía con su familia de 100 hormigas.
Juanita era la menos trabajadora. Siempre iba detrás de los mayores para saber si ellos le podían enseñar a leer.
Al final encontró una hormiga anciana que ella si sabía leer.
Juanita le preguntó que si podía ayudarle y ella dijo.
-Si, yo se leer- ¿Tu sabes leer?
Juanita contestó que no.
En una semana Juanitas e lo propuso y aprendió a leer y gracias a eso la hicieron responsable de leer todas las cartas que venían al hormiguero.
FIN
DULCE MAGIA EN EL JARDÍN. AUTOR: RUBÉN.
A Luis le gustaba mucho las hormigas. Cada mañana salía a dar los buenos días a su amiga la hormiga.
Una mañana la hormiga le dijo a Luis que si quería ir a otro jardín porque ya no quedaba más comida.
Luis se puso muy triste y empezó a llorar.
-¿Qué te pasa?- le preguntó el hada del jardín.
Luis le contó porque estaba triste y el hada le dijo:
-¡Toma ese turrón de azúcar y plántalo en tu jardín y mañana tendrás una bonita sorpresa!
Luis hizo lo que el hada le dijo.
Al día siguiente nació un gigantesco árbol de color blanco.
La hormiga empezó a probar una hoja de ese árbol y dijo:
¡Ummmm! ¡Este árbol de azúcar está delicioso! Me quedaré aquí para siempre.
Desde ese día la hormiga nunca más se quiso marchar del jardín de Luis.
FIN
EL VESTIDO MÁGICO. AUTORA: SONIA.
Érase una vez una niña que se llamaba Lucía. Tenía siete años. Era bonita. Tenía una gran melena rubia que brillaba como los rayos del sol.
Un día, Lucía fue con su mamá a un mercadillo donde se vendían cosas muy especiales.
Lo que más le gustó fue una tienda donde vendían ropa que tenía magia.
Se compró un vestido de color rosa y unos zapatos de cristal y cada vez que se los ponía andaba por el cielo azul como si fuera una estrella fugaz.
FIN.
EL CIERVO Y SU AMIGA. AUTORA: ÁLVARO O.
Érase una vez un ciervo que iba por el bosque paseando y vio algo por unos arbustos. Era una niña.
Cuando vio a la niña se hizo amigo de ella y pasearon juntos por el bosque.
FIN
EL MONO. AUTORA: NEREA.
Érase una vez un mono llamado Pepe. Sus amigos se llamaban: Roberto, Cantarino y Tontorrón.
Un día vino una mona nueva y los amigos de Pepe le preguntaron:
-¿Cómo te llamas?
-Contestó ella- Me llamo Sofía y he venido a este colegio y espero que todos sean mis amigos para siempre.
FIN.
EL RATÓN SALTARÍN. AUTORA: LUCÍA.
Érase una vez un ratón que nació más grande de lo normal. Sus papás y toda su familia se extrañaron mucho porque le vieron unos pequeños bultitos en las patas.
Cuando creció un poco y ya caminaba, era muy juguetón con todos los ratoncitos. Un día, un gato quiso comerse a su mejor amigo. Entonces el ratón dio un salto muy grande para poder salvar a su amigo y lo consiguió.
Se lo contó a su familia y lo llamaron “El Rey Saltarín”. Ya nunca iba andando, siempre iba saltando.
Ganaba todos los concursos que hacía porque sus saltos eran un poco más grandes que los de los canguros y siempre ayudaba a todos sus amigos y familiares.
Era el mejor amigo y ratón del mundo.
Colorín colorado este ratón ya ha saltado.
FIN.
LA PELUQUERÍA DE LAS OVEJAS. AUTORA: CARMEN.
Hace mucho tiempo en una aldea muy lejana los vecinos tuvieron una idea.
Todos eran mayores y se dedicaban a cuidar animales y al campo.
Tenían mucho tiempo libre y les gustaba ver bonitos a sus animales.
Entre todos decidieron montar una peluquería para las ovejas. Los hombres las llevaban de tres en tres. Y las mujeres las lavaban, cortaban el pelo, se lo rizaban,…
Desde ese día el pueblo se conoce como la aldea de las ovejas. Eran las más guapas del mundo.
FIN.
EL TORO LOCO. AUTOR: ALEJANDRO G.
Había una vez un toro muy loco. Un día, el toro se chocó con un árbol, luego tropezó con una piedra. Lloró tanto que hizo que cayera Júpiter y Marte.
Su mamá le curó las pupas. Pasaron treinta años y el toro se hizo el más fuerte de su manada. Un día, vino un cazador y el toro le dijo a su manada: - Escondeos del cazador.
Todos consiguieron sobrevivir, pero él se perdió. Su madre fue corriendo a por él. La madre por fin lo encontró y le preguntó que si estaba bien. El contesto que estaba bien, salió el toro más rápido que un tranvía. Los cazadores se asustaron tanto que salieron corriendo y los cazadores ya no iban a ir nunca jamás.
Todos aquellos toros fueron más felices que una perdiz.
FIN.
SARA Y EL CIERVO. AUTORA: CELIA.
Érase una vez una niña llamada Sara. Era una niña muy educada. Ella vivía en una granja. Un día, se fue a dar un paseo por el campo.
Sara se perdió, no sabía cómo ir a su casa. Se hizo de noche, pero apareció un ciervo y le llevó a su casa con sus padres. Sus padres le dejaron que viviera el ciervo con ellos.
FIN.
LA NIÑA QUE SE COMIÓ LA LUNA. AUTORA: ANDREA.
Érase una vez una niña llamada Ana. Quería la Luna. Le preguntó a su mamá pero le dijo que la Luna no se podía coger. Le preguntó a su papá y le dijo lo mismo que su mamá.
Un día, cuando estaba durmiendo por la noche, soñó que se estaba comiendo la Luna, y cuando se levantó le dijo a su mamá que se había comido la Luna y se lo enseñó a su mamá.
FIN.
EL GATO CON LAS PATAS DE ORO. AUTOR: JOHN.
Hace mucho tiempo, había un gato con las patas de oro. Siempre era el más guapo. Todos iban detrás de él. Le decían “guapo”.
Cuando no podían hacer algo, el gato con su pierna lo hacía. Tenía flequillo, era grande.
Le decían chico, se llamaba Dani y su apellido Ruiz Rodriguez.
Era bueno en la clase, era el primero en terminar siempre. Tenía una amiga que le decía negro porque era negro. Era su mejor amiga. Su amigo era guapo y se iban de pesca y se lo pasaban genial.
FIN.
EL MUNDO DEL REVÉS. AUTOR: ALFREDO.
Había una vez, un país muy lejano en el que todo lo que pasaba era al revés.
Los coches y los autobuses iban hacia atrás, por eso en ese país había tantos accidentes.
Los niños iban al colegio por la noche, por eso por el día tenían que dormir.
El agua de los ríos iba desde el mar hasta las cumbres de las montañas, y la fuerza de la gravedad estaba al revés.
Y cuando los niños hacían pipí se mojaban la cara.
NIF.
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