Érase una vez una niña que se llamaba Laura. Vivía en Málaga, muy cerca de la playa. Todas las tardes se salía a jugar con sus amigos Leo, Loli y Jesús. Se lo pasaba muy bien con ellos.
Una tarde, jugando al Torito en alto, Laura se la quedó y no pilló a nadie. Se enfadó tanto que empezó a pegar a sus amigos, le dio una patada a un perro...
Al día siguiente, Laura no se acordaba de la tarde anterior y salió a jugar con sus amigos, pero sus amigos no querían jugar con ella. ¡Ni los perros querían acercarse!
Laura se puso a llorar como Novita y se fue su casa. Le contó a su mamá todo y le contestó que a los amigos había que quererlos mucho y nunca pegarles.
Laura fue en busca de sus amigos, le pidió perdón y volvieron a ser una pandilla.
The End
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