Había una vez un niño que se portaba muy mal con su madre. Los Reyes Magos lo estaban viendo...
El Día de Reyes, el niño se levantó muy temprano, fue al salón y no había ningún regalo. Los Reyes Magos no le trajeron nada. El niño le preguntó a su madre que por qué no le habían traído nada. Su madre le contestó:
-- Porque te portas muy mal conmigo.
Durante el año siguiente, el niño se portó muy bien.
El Día de Reyes, el niño se levantó muy temprano y vio en el salón: un coche de radio control, la Play tres, y un libro de todos los animales. El niño se puso muy contento y le dijo a su madre que nunca, nunca, nunca más volvería a enfadarla.
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