La puerta del armario de un niño que se llamaba Javier era mágica y le llevaba a todos los sitios.
Le gustaba mucho Granada y visitar el Parque de las Ciencias y tenía muchas cosas y le gustaba el planetario y también le gustaba Roquetas porque podía nadar en la playa.
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario